El parkinson que Fernando Machín Salvo (Sos del Rey Católico, 1943) padece desde hace 16 años ha tenido mucho que ver en el desenlace final de su profesión. Porque este electricista, de mozo, fundador de una empresa de montajes eléctricos, de joven, y socio capitalista de un bingo, de adulto, ha hecho de la dirección de la patronal toda una carrera profesional. Padre de dos hijos de su primera relación, y casado en segundas nupcias con Yolanda Carrillo, la mala salud de Machín ha sido la excusa perfecta para que sus amigos y colaboradores, muchos de los cuales llevan tantos años como él en las patronales, le exijan ahora su retirada.

Aunque está claro que su momento no es el actual. Durante sus más de 25 años de presidente cuidó especialmente las relaciones sociales, políticas y empresariales y eso le sirvió para hacer crecer a Cepyme casi desmesuradamente (ahora tiene unos 70 empleados). Pero el estilo presidencialista y de escasa transparencia ha podido más que el realce que ha dado a una patronal que llegó a ser ejemplo nacional de gestión y eficacia. La democracia y el siglo XXI requieren carismas pero distintos.