Vestido como una 'drag queen', de azul, con peluca pelirroja y gafas estrambóticas, el presidente del banco ABN Amro, Gerrit Zalm, ha ofrecido un espectáculo de cabaret para enseñar a sus empleados las lecciones que se pueden extraer de la gestión de un prostíbulo. El exministro de Finanzas holandés y presidente del banco desde el 2009, de 62 años y hasta hoy conocido como un hombre de carácter serio y seco, se hizo pasar por su imaginaria hermana Priscilla para motivar a sus 23.000 empleados.

¿Cómo? Lo primero que les dijo fue que tenía la suerte de contar con una "buena directiva", dijo señalándose los pechos, y un buen soporte administrativo, afirmó mientras apuntaba su trasero. Después, explicó que trabajaba en un "negocio floreciente con siglos de tradición".

¿Entienden el doble juego?

Inculcar buenos valores

Zalm consiguió destacar la necesidad de inculcar buenos valores a un banco con un pasado turbulento. Al parecer, y según portavoz de ABN Amro, la actuación del presidente del banco "encaja con el sentido del humor holandés". De momento, el vídeo, subido a Youtube ya lo han visto más del triple de esas personas.

En su día, ABN tuvo tanto dominio en Holanda que se refería a sí mismo como "el banco". No obstante, publica 'Expansión', "tras una temeraria fase de expansión en el extranjero, en el 2007 acabó bajo el control de las entidades rivales RBS, Santander y Fortis. Cuando finalmente estalló la crisis financiera, la parte holandesa restante de ABN y Fortis tuvo que ser rescatada por el Gobierno con una factura de 30.000 millones de euros".