El presidente de Avánzit, Juan Pérez Aparicio, dimitió ayer de su cargo porque en el año 2002 hubo una transferencia bancaria por valor de 1,58 millones de euros (263 millones de pesetas) desde la empresa de tecnología a otra controlada por él, en una operación que podría no haber tenido "un adecuado reflejo contable".

Aparicio presentó su dimisión después de que el secretario del consejo de la compañía, Luis Juega García, remitiera un escrito a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que ponía de manifiesto el mencionado traslado de fondos. La carta fue remitida el pasado miércoles, después de lo cual, el consejo de administración tomó la decisión de cesar al secretario del consejo y sustituirlo por Alfonso Sanchez Eguibar.

La CNMV, que suspendió en la mañana de ayer la cotización de Avánzit, explicó en un comunicado que mantendrá esta medida cautelar "dadas las circunstancias, y en particular por no producirse la designación de nuevo presidente del consejo" de la compañía.

Asimismo, el órgano supervisor ha interrumpido "temporalmente" el periodo de suscripción de la ampliación de capital con la que Avánzit tenía previsto obtener la financiación necesaria para relanzar su actividad, tras salir de varios procesos de suspensión de pagos, y capitalizar la deuda contraída con sus acreedores.

CANDIDATURA DE MINORITARIOS Los accionistas minoritarios de la compañía estudian presentar una candidatura a la presidencia de la sociedad, tras conocerse las posibles irregularidades contables.

Fuentes de esos accionistas, que agrupan una participación superior al 7% de Avánzit, explicaron que si continúa el vacío de poder en la compañía podrían presentar una candidatura en la próxima junta de accionistas. Los pequeños inversores expresaron a Efe su "perplejidad" ante los hechos, dado que la irregularidad se refiere a las cuentas anuales del 2002, que fueron supervisadas por auditores independientes y posteriormente "inspeccionadas por los más rigurosos medios de control de la CNMV".

Esas mismas cuentas también fueron el motivo de la suspensión de la cotización de Avánzit en el 2003, y tuvieron que ser reformuladas para subsanar salvedades.