El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, intentó ayer frenar la escalada del euro, que llegó a alcanzar una cotización récord frente al dólar en 1,2917, según el cambio oficial que fija el propio BCE. También en el mercado de divisas de Londres, la moneda única alcanzó el nivel máximo en 1,2985. Ante esta situación, Trichet dijo que "los recientes movimientos entre el euro y el dólar, que tienden a ser brutales para los mercados cambiarios, no son bien recibidos desde el punto de vista del BCE".

Tras una reunión de los jefes de los bancos centrales del Grupo de los Diez sobre la economía global, Trichet se pronunció por primera vez en meses sobre la evolución de los mercados de divisas. Y como ya ocurrió en febrero --cuando el euro rozó los 1,30 dólares por primera vez-- su intervención sirvió para frenar la cotización de la divisa europea. En la tarde de ayer retrocedió por debajo de los 1,2950 dólares.

Aunque desde mayo pasado el cambio ha subido un 10%, la divisa europea recibió un fuerte impulso el viernes pasado, después de que los buenos datos de empleo de la economía norteamericana --por encima de las previsiones-- fueran insuficientes para mantener alta la cotización del dólar. "Esta claro que el único instrumento que le queda a la economía de EEUU para mantener la actividad es un dólar débil", comentó ayer Antonio Villaroya, director de estrategia de renta fija de Merrill Lynch en Londres.

MAL MOMENTO Pero la recuperada fortaleza del euro se produce en mal momento. Si el efecto inflacionista de los precios del petróleo impulsa una subida de los tipos de interés y la divisa se mantiene por encima de los 1,30 dólares, los expertos prevén un punto menos de crecimiento del PIB. El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana comentó la preocupación del BCE por la subida de precios en los países del euro.