Para garantizar la salida de sus producciones agrícolas, los cooperativistas han puesto en marcha empresas que transforman y comercializan sus verduras. Dueños de la empresa, al fin y al cabo, exigen precios de garantía que ponen en aprietos financieros al canal que les da vida. Inyectar capital y vigilar que el mercado marque sus reglas es la apuesta de Savia.

*Periodista