El Juzgado Mercantil número 3 de Barcelona dejó ayer visto para sentencia el primer juicio en el que se pide la nulidad de la compra de acciones a Bankia por parte de un cliente en el 2011. Es el caso de dos hermanas de Badalona que denunciaron que su padre, que murió en diciembre del 2013, había comprado cuando tenía 90 años más de 90.000 euros en 25.000 acciones de Bankia sin saber lo que compraba. Se fió de la entidad al creer que "era una empresa solvente".

Según la Asociación de Perjudicados por Entidades Financieras (Apdef), que ha impulsado la demanda, las hermanas denunciaron que Bankia llevó los papeles a su padre a su casa para que firmase la compra de acciones y que lo engañaron, por lo que piden la nulidad del contrato alegando publicidad engañosa en un entorno de competencia desleal, pues consideran que la entidad ocultó su falta de solvencia. La Apdef ha pedido al juez que devuelva todo lo invertido. Si no lo admite, pedirá una compensación por daños y perjuicios por la venta supuestamente fraudulenta de las acciones. Las hermanas reclaman como mínimo la diferencia entre las más de 25.000 acciones que tenían y las 250 que les quedaron después de que se dividiese por 100 su valor.