La crisis no ha terminado. Con más 100.000 aragoneses en el paro y un continúo deterioro de las condiciones laborales, los grandes sindicatos hicieron ayer un llamamiento a la ciudadanía para tomar conciencia de la necesidad de reclamar en la calle el fin de las políticas de austeridad y recorte del Gobierno. Y que mejor oportunidad que hacerlo el próximo jueves 1 de mayo, con motivo del Día Internacional del Trabajo, que este año hará hicapié en la exigencia de una salida de la crisis "justa y equilibrada".

Los secretarios generales de UGT y CCOO de Aragón, Daniel Alastuey y Julián Buey, ofrecieron ayer una rueda de prensa para calentar motores de cara a estas movilizaciones, que en esta edición llevan por lema Sin empleo de calidad no hay recuperación. Más cohesión social para más democracia. Ambos sindicalistas instaron a los aragoneses a sumarse a esta tradicional jornada de reivindicación, que cumple 125 años. En la comunidad se celebrarán manifestaciones en Zaragoza, Huesca y Teruel, además de en Andorra.

Este año se llevará a cabo con las elecciones europeas en el horizonte. En este sentido, apelaron a la participación en estos comicios para "cambiar el rumbo" de la política comunitaria y acabar con las recetas del austericidio, que han provocado más desempleo, pobreza y desigualdad.

REVERSIÓN DE LA REFORMA Para Alastuey, este Primero de Mayo es necesario reivindicar la necesidad de una "apuesta fuerte" por una salida "más justa y equilibrada" de la crisis, que comenzó en el 2008 y que todavía no ha terminado: "Solo hay síntomas de estabilización de las grandes cifras, no de mejora", advirtió. En su opinión, la recuperación no se producirá mientras la balanza se siga inclinando a favor del capital a costa de las rentas del trabajo. Así lo revelan, explicó, la última reforma de las pensiones y la laboral, que suponen la vulneración de los derechos de libertad sindical y negociación colectiva.

Como alternativa, Alastuey abogó por incentivar el consumo nacional como la mejor vía para la recuperación de la economía española --"el sector exterior no da más de sí"--, algo que se conseguiría con una revalorización de los salarios y una mejora de la calidad del empleo. Eso se llama, apuntó, "reversión de la reforma laboral".

Los sindicatos también plantean como soluciones que se incremente la protección del desempleo, impulsar la contratación estable, poner en marcha programas efectivos contra la pobreza y la exclusión y recuperar la negociación colectiva con la cláusula de ultractividad.

En el caso concreto de Aragón, "las cosas no van mejor" según Buey, que criticó por "insuficiente" el cumplimiento del acuerdo del diálogo social y reprochó que el consejero de Economía, Francisco Bono, no haya presentado un plan de choque contra el desempleo como se comprometió a hacer.