Al menos 1,115 millones de personas no tienen acceso a un cajero automático en su propio municipio, una cifra que ha aumentado un 11,9% desde el inicio de la crisis en 2008, cuando el número de consumidores que no disponía de uno de estos dispensadores era de 996.856, según la web de ahorro Kelisto.es.En el origen de este problema de exclusión financiera está el cierre de entidades que han pasado de 45.260 en el 2008 a 33.228 en el 2014.