El grupo automovilístico PSA ha trasladado esta mañana a los sindicatos la decisión de paralizar todos los trabajos relacionados con la llegada del nuevo Corsa a la planta de Figueruelas e iniciar el estudio de un emplazamiento alternativo para este modelo en otra factoría del grupo, según ha podido saber este diario.

La comunicación, que ha tenido lugar en el transcurso de una reunión urgente con los representantes de los trabajadores tras el bloqueo sindical a la negociación del convenio colectivo, también incluye la posible eliminación de una de las dos líneas productivas de la factoría aragonesa. En concreto, la multinacional presidida por Calos Tavares, iniciará el estudio para la integración en el medio plazo de las dos líneas de montaje en una sola.

Asimismo, PSA ha anunciado la paralización del proyecto de ampliación de capacidad de la nave de carrocerías, al tiempo que anuncia que Opel España no optará a inversiones en nuevos modelos en el futuro.

El comité de empresa ha subrayado en una nota de prensa que "no podemos compartir ni aceptar esta decisión unilateral", que tiene "graves consecuencias para la plantilla y la industria en Aragón".

El máximo órgano de representación de los trabajadores señala que la decisión tomada por el comité fue de "suspender que no romper unas negociaciones en las que la empresa solo quiere hablar de sus propuestas". Los sindicatos exigían conocer un plan industrial para Figueruelas, así como la vuelta del contrato de relevo y los 170 empleados temporales despedidos antes de final de año. También un plan de rejuvenecimiento de la plantilla y la inclusión en el convenio de los empleados de los niveles 6 y 7.