Los accionistas de la francesa Peugeot aprobaron ayer, en la asamblea general celebrada en París, el plan de financiación que permitirá la compra de Opel a la estadounidense General Motors (GM), en la asamblea general celebrada en París. Los accionistas aprobaron por gran mayoría financiar parte del precio de compra con opciones sobre acciones. Sin embargo, un voto en contra no habría repercutido en el acuerdo, pues en ese caso, PSA habría comprado la tradicional marca alemana y la filial británica de GM Vauxhall pagando en metálico en un plazo de cinno años.

El presidente ejecutivo de PSA, Carlos Tavares, volvió a pedir a los accionistas su apoyo a la operación, que convertirá a PSA en la segunda empresa del automóvil del continente europeo. Con la adquisición, la firma venderá considerablemente más automóviles, lo que le dará la posibilidad de abaratar la producción y ampliará sus posibilidades de investigación y desarrollo.

AÑO DE TRANSICIÓN / Sin embargo, PSA espera fuertes pérdidas este año. «Hay que reconocer que las pérdidas son reales y que seguirán existiendo en 2017», dijo Tavares a los accionistas. «Se ha logrado un gran número de buenos logros bajo la propiedad de General Motors», aseguró el directivo, al tiempo que resaltó que el grupo estadounidense consiguió incrementar las ventas y también reducir las pérdidas de Opel.

Opel lleva tiempo en números rojos, por lo que los expertos esperan un fuerte saneamiento tras la compra por parte de PSA. Tavares también reiteró que el plan de saneamiento de Opel llegará desde esa firma y que PSA no pretende imponérselo. Sin embargo, ya empezó con GM, dijo.

PSA, dueño de las marcas Peugeot, Citroën y DS, llegó al acuerdo de compra con GM a comienzos del pasado mes de marzo. Los franceses ofrecieron 1.800 millones de euros, de los que ahora 650 millones se pagarán en opciones sobre acciones, que después podrán convertirse en acciones de PSA. Sin embargo, no conceden derecho de voto a GM, que además tendrá que venderlas en un plazo de 35 días.

Los tres principales accionistas de PSA --el Estado francés, la familia Peugeot y la automotriz china Dongfeng-- habían señalado su intención de dar el visto bueno al plan. Juntos tienen el control de la mayoría de las acciones con derecho de voto. PSA quiere cerrar la compra de Opel antes de que finalice el año.