El debate sobre la fiabilidad de las estadísticas de desempleo vuelve a la contienda política. Si a principios de año fue el Gobierno de Aragón el que cuestionó los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), tras el mal resultado que arrojó para la comunidad en el primer trimestre, ahora es la oposición la que pone en duda las cifras de paro registrado que se dan a conocer cada mes. Fue ayer, en el pleno de las Cortes, donde el diputado del PSOE Florencio García aseguró que "sospecha" que la DGA "manipulan los registros" de desempleo, porque las cifras "no cuadran" con la evolución de la afiliación a la Seguridad Social.

El parlamentario socialista argumentó que el leve descenso del número de parados aragoneses en el mes de septiembre (128 menos) "no es compatible" con la fuerte caída de las cotizaciones al Seguro, que acumula más de 9.000 bajas en la región en los tres últimos meses.

Las insinuaciones del García Madrigal no sentaron bien el consejero de Economía, Francisco Bono, que lamentó que se ponga en cuestión "la moralidad y profesionalidad de los técnicos" de las oficinas de empleo. "Los registros de los servicios públicos de empleo se alimentan desde el órgano estadístico central que está en Madrid y ninguna comunidad puede tocarlo".

En declaraciones a este diario, García Madrigal reiteró que las cifras de paro de septiembre "no son realistas" y sugirió que "se desanima" a los parados a no se registren en el antiguo Inem.