El tiempo ya no es lo que era. No por el clima, aunque el frío invernal, combinado con el viento, aumenta la temperatura de sensación (menos grados de los reales). También por el calendario. Todo estaba preparado para que hoy, el mayor logro del mercadeo amoroso, San Valentín, animara los corros. Y más en Estados Unidos, donde es fiesta el lunes por conmemorarse el nacimiento de George Washington y, por pragmatismo, de todos los presidentes. Pero no fue el caso, y la mayoría de corros presentaron pulso débil, el contrario del que provocan los enamoramientos edulcorados. Para completar, el mal tiempo obligó a anular la comparecencia de Janet Yellen en el Senado norteamericano.

Poco estimulantes fueron los datos de ventas minoristas y de desempleo en EEUU, que abrió la sesión en rojo y que hoy pueden ser aumentados, con más sensación de frío, según diga el referente que calcula la Universidad de Michigan sobre la confianza de los consumidores, que reflejará el post festum navideño.

Un analista aseguraba ayer que "los operadores miran a los datos más débiles y atribuyen luego la debilidad al mal tiempo". Así, los datos de inflación en la UE y en Alemania apenas sorprendieron. Tampoco acabó de empujar a la baja la temperatura europea la enésima crisis política en Italia, que en Grecia el paro se haya encaramado al 28% o que en España las agencias de calificación hayan pasado de nuevo la navaja a un banco como el Popular.

En toda Europa avanzó tímidamente la tinta roja. El Ibex 35 acabó subiendo el 0,18%.