Con el inicio de la campaña de la declaración de la renta en el 2020 llegan algunas de las dudas más habituales. ¿A partir de qué ingresos tengo que hacer la declaración de la renta? ¿Qué porcentaje de impuesto tendré que pagar este año? Para poder dar respuesta a estas dudas hay que saber qué es el IRPF.

¿Qué es el impuesto sobre la renta de las personas físicas?

El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) grava la renta obtenida en un año natural por las personas físicas residentes en España. Este impuesto es personal, directo y progresivo en función de los ingresos que percibe cada persona durante un año.

El dinero que pagamos a Hacienda cada mes en concepto de IRPF es un adelanto de la cantidad que nos corresponderá pagar en la declaración. En la medida de lo posible, intentan aproximarse al pago final para no tener que pagar mucho más a la hora de hacer la declaración de la renta.

Ingresos por un lado, obligaciones fiscales por otro

En estas fechas, los españoles estamos haciendo la declaración de la renta percibida en el 2019. Para ello, Hacienda agrupa por un lado los ingresos que los ciudadanos perciben por su trabajo y por otro las rentas que ha obtenido por el ahorro (en este último punto estarían los planes de pensiones, por ejemplo).

Sumados todos los ingresos y restadas las deducciones a las que se puede acoger cada persona, salen los ingresos finales. Sobre esta cantidad se aplicará el tipo efectivo que a su vez se adecua a cada situación familiar y personal (por ejemplo, el número de hijos o contar con algún grado de discapacidad). Tras tener en cuenta las diferentes circunstancias obtendremos la cantidad final a la que habrá que aplicarle el IRPF.

¿Cómo calcular el IRPF?

En total nos encontramos con cinco tramos de rentas del trabajo, cada uno con su tipo impositivo que está formado por el tipo estatal y el tipo autonómico. Dependiendo de la comunicad autónoma donde se haga la declaración el tipo será más alto o más bajo.

Ahora hay que calcular la suma total de los ingresos durante todo el 2019 y aplicar las deducciones correspondientes. Por ejemplo, en el caso de una persona soltera y sin hijos se la aplica una reducción de 5.500 euros. En el caso de que esta persona tuviera un sueldo anual de 35.000 euros, tras la resta de la base imponible se quedaría en 29.500 euros. Al resultado se aplica cada tramo impositivo. Es decir, 19% para los primeros 12.500 euros, 21% para los siguientes 7.750 euros (los que hay 12.450 y 20.200 euros) y así hasta llegar a tu base imponible.

Tabla con los tramos del IRPF

Esta es la tabla con los gravámenes del IRPF en función de la base liquidable:

Hasta 12.450 euros: 9,50% (tipo estatal) + 9,50% (tipo autonómico) = 19% (tipo total)

Los siguientes 7.750 euros: 12% (tipo estatal) + 12% (tipo autonómico) = 24% (tipo total)

Los siguientes 15.000,00 euros: 15% (tipo estatal) + 15% (tipo autonómico) = 30% (tipo total)

Los siguientes 24.800,00 euros: 18,50% (tipo estatal) + 18,50% (tipo autonómico) = 37% (tipo total)

En adelante (a partir de 60.000 euros): 22,50% (tipo estatal) + 22,50% (tipo autonómico) = 45% (tipo total)

Si durante el 2019 no hemos pagado las retenciones en concepto de IRPF que nos correspondían, ahora cuando hagamos la declaración de la renta nos saldrá a pagar. En cambio, si durante los 12 meses del año pasado hemos pagado de más o hemos tenido deducciones que se puedan tener en cuenta (por ejemplo, el nacimiento de un hijo) nos saldrá a devolver.