Íbero es el nombre que la Sareb le ha dado al proyecto de determinar quien se encargará la gestión y la venta de sus activos inmobiliarios y financieros. En el 2014 vence el contrato que tenía con cajas de ahorros, cuyos activos se integraron en el banco malo. En el sector se conoce como el negocio del serivicing. Es un término que se ha puesto de moda por el desembarco de los fondos de inversión internacionales en el sector en busca de oportunidades. Hasta el punto de que el panorama ha cambiado radicalmente con respecto al que se encontró la Sareb en su constitución. "Ahora hay nuevos operadores que antes no existían, lo que supone una oportunidad para la Sareb", dice Belén Romana.

"A medio plazo no habrá tantos servicers, porque el tamaño del sector no da para tanto. Lo que quiere decir que los fondos que están entrando lo hacen para desarrollar una compañía y luego sacarla a bolsa o venderla. Habrá un proceso de consolidación", comenta.

Para ello, la Sareb realizará el concurso. "Vamos a hacer una agrupación de la cartera para que tenga lógica económica", comenta. Pero no habrá un único proveedor. "Con un solo proveedor, al final ya no sabes quién provee a quién. La competencia te da una mejor visión del mercado", dice.