Los vientos de la recuperación soplan a favor y hay sectores dentro del Gobierno y en el PP que presionan para aprovechar la ocasión y acometer una rebaja fiscal mayor de lo anunciado hace unas semanas para lavar así, de una vez por todas, la imagen de un Ejecutivo que llegó a La Moncloa con la mayor subida de impuestos de la historia reciente tras prometer lo contrario.

Con este mar de fondo, será el propio presidente del Gobierno quién tendrá que elegir entre las diferentes opciones que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le pondrá encima de la mesa: desde la más conservadora, que supone una rebaja del IRPF de unos 4.800 millones en dos años (según el Plan de Estabilidad remitido a Bruselas en abril), hasta fórmulas mucho más audaces, con un impacto cercano a los 8.000 millones.

Entre medias, hay múltiples opciones, según las fuentes consultadas. El diario Expansión elevaba ayer a 7.000 millones la rebaja fiscal que al final aprobará el Gobierno para su aplicación en dos años. Al parecer, es el director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, Álvaro Nadal, quien aboga por una rebaja del IRPF de tal calibre

MARGEN PRESUPUESTARIO

Pero en el menú que se pondrá en la mesa del presidente Rajoy hay opciones que incluso van más allá y que exprimen al máximo las sorpresas que está brindando la coyuntura económica.

La recaudación fiscal crece más de lo esperado (hasta abril ha subido el 4,9% en términos homogéneos, más del doble que el 2,3% con que se confeccionaron los presupuestos) al tiempo que el ahorro en intereses de la deuda pública no deja de sorprender al Gobierno. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya ha rebajado en dos ocasiones la emisión neta de deuda que precisará el Tesoro este año para financiar el déficit (se emitirán 10.000 millones menos este año).

Con estos indicadores y tras los decepcionantes resultados que logró el PP en las elecciones europeas (suficientes para hacerse con la victoria, pero también para encender las alarmas en una organización que venía de obtener mayoría absoluta en las generales) los barones autonómicos conservadores, que tendrán que enfrentarse a otro examen en las urnas el próximo mes de mayo, han reclamado al Ejecutivo que apruebe un reforma fiscal "generosa".

VIGILANCIA EUROPEA

La Comisión Europea recela de los planes de rebaja fiscal del Gobierno español y exige medidas concretas que aseguren que se cumplirán los objetivos de déficit impuestos para el 2015 y el 2016. Al fin y al cabo, España es un país sujeto a la vigilancia del mecanismo de déficit excesivo. Así, hay una parte del Gobierno que aboga por acometer ahora una rebaja fiscal más prudente que, eso sí, permita cumplir la aspiración de Rajoy de que el menor pago de impuestos se note ya en las nóminas de enero y de forma "sustancial". Así, en 2015 se podría ir más lejos, año en el que se sucederán elecciones locales, autonómicas y generales, según los que defienden las opciones más prudentes. Rajoy dejó claro que "no subirá el IVA" y que bajarán los impuestos de la renta y de sociedades del 30 al 25%.