Figueruelas celebra oficialmente la llegada del Mokka. Después de mucho tiempo de incertidumbres, de esfuerzos, de dificultades, hay un motivo de alegría y celebración en Figueruelas. Durante estos años ha habido otras celebraciones, los 25 años del turno de noche, el Corsa 11 millones, el 30 aniversario, todas ellas merecidas pero también en todas ellas estuvo presente la sombra de un futuro incierto, con los ERE que fue preciso negociar, acordar y padecer para superar ese largo periodo, para salir de él, con esfuerzo de todos para seguir todos.

La pluralidad en el comité de GM España con cinco sindicatos representantes de la plantilla, las diferentes sensibilidades y formas de entender la labor sindical hacen difícil la unanimidad en la actividad diaria y en los procesos de negociación, pero el diálogo ha permitido construir una mayoría estable y fuerte que hiciera valer su peso en todos los difíciles procesos.

Fue esa mayoría sindical la que fue capaz de llegar a acuerdos con nuevos sacrificios y en tiempo récord. Acuerdos que fueron ratificados por una amplia mayoría de la plantilla, que entendió que la opción de hacer un esfuerzo más podría cambiar el futuro y atraer el trabajo que necesitamos.

De nuevo, con el diálogo y entendimiento entre las partes, llegó el acuerdo. Hay situaciones que obligan a las partes a caminar de la mano para conseguir un objetivo común y en GM España no faltaban razones para hacerlo. Será conveniente no perderlo de vista para superar las dificultades que sin duda surgirán en el proceso de cumplimiento de lo acordado.

Tenía que llegar el momento de la respuesta empresarial y llegó la decisión de fabricar el Mokka en Europa, de hacerlo en Figueruelas. Había otras posibilidades pero la decisión cayó de nuestro lado y no han faltado declaraciones contundentes de la dirección de Opel en Europa ni de los responsables de GM a nivel mundial en las que reiteran, en público y privado, que sin los acuerdos alcanzados, sin la posición de competitividad que hoy tiene la planta, no hubiera sido posible asignar el Mokka a la planta Figueruelas.

Han sido muchos meses de preparación, de esforzado trabajo que ha requerido lo mejor de cada uno de los implicados a todos los niveles. Hemos vuelto tras unas vacaciones en las que hemos podido descansar sabiendo que a la vuelta esperaba solo trabajo, duro pero sin sobresaltos.

Y la plantilla de nuevo está cumpliendo con los objetivos marcados. El lanzamiento del modelo se está cumpliendo en cantidad y calidad. Las unidades a producir este año serán de gran ayuda para recuperar actividad y trabajo en la factoría, ya no habrá días de ERE en Figueruelas y previsiblemente trabajaremos con normalidad el resto del año.

Para que el compromiso esté cumplido todavía falta. Tendrá que llegar el nuevo Corsa y más tarde los nuevos Meriva y C3 para, si el mercado lo demanda, veamos utilizada la capacidad de Figueruelas.

Tengo la confianza de que ese compromiso se llevará a cabo y será otro Comité el que lo vea cumplido. Espero que la plantilla, en las próximas elecciones sindicales, otorgue su voto y refuerce la mayoría sindical que, liderada por UGT, llegó a los acuerdos que permitieron superar los momentos difíciles y pueda gestionar los momentos de plena carga de trabajo que pueden traer los nuevos modelos.

Mientras tanto hay que celebrar la llegada del Mokka, el inicio del cumplimiento del compromiso, celebrar que ya no hay ERE, celebrar que tendremos trabajo y que lo tendremos todos, celebrar que se puede seguir rejuveneciendo la plantilla con contratos indefinidos y celebrar que los que han dedicado toda una vida de esfuerzo, a hacer Opel y hacerlo bien, pueden jubilarse con normalidad.

Aunque lamentablemente no todas las empresas ni todos los trabajadores puedan decir lo mismo, más allá del Mokka, son muchos los motivos de celebración que en estos momentos tenemos en Figueruelas. El pasado viernes, con la visita del Rey Felipe VI a la planta, pudimos festejarlo, olvidando por un instante el duro trabajo diario y las dificultades cotidianas que habrá que atender siempre. Pero no hoy, mañana.