En los últimos 12 meses, los fabricantes de automóviles ubicados en nuestro país han confirmado inversiones por valor de 4.500 millones de euros, dinero que servirá para actualizar sus medios productivos, formar a sus trabajadores y lanzar al mercado nuevos modelos. De hecho, de los 34 modelos que se fabricaban en nuestro país en el 2011, pasaremos a 44 modelos en el año 2015, casi un 30%.

Esa diversificación de modelos será clave para que España siga aumentando su producción: se va a cerrar el año superando en un 10% la producción del 2012, alcanzando los 2.200.000 vehículos, y se espera confirmar esa tendencia en el 2014, con una previsión de fabricación de 2.400.000. Además, el superávit comercial de nuestro país rozaba ya los 14.000 millones de euros, un 19% más que en 2012.

Llegados a este punto, se estará preguntando: ¿a qué se debe este éxito? En primer lugar, los acuerdos laborales entre trabajadores y empresas han permitido alcanzar una moderación salarial, mejorar la flexibilidad y dotar a las plantas de una estabilidad a largo plazo. También han sido muy importantes el apoyo de las administraciones nacionales y regionales, que ha permitido financiar las inversiones para ser más competitivos, así como la innovación.

La industria de proveedores sería la cuarta clave de este éxito: los grandes grupos nacionales las pequeñas empresas regionales y las grandes multinacionales han conseguido crear una cultura de excelencia muy valorada por la industria mundial y clave para la asignación de los nuevos modelos. Todo esto no nos serviría de nada sin el talento de sus trabajadores a todos los niveles: a modo de ejemplo, el director mundial de fabricación y logística de Renault Nissan y el director mundial de compras de Volkswagen son españoles.

No debemos caer en la complacencia, ya que son varios los retos que deberemos afrontar en los próximos años para mantener esta situación, pero hoy nos quedaremos con este balance positivo. ¡Feliz año nuevo!