El Gobierno estima que la reforma fiscal que entrará en vigor el 1 de enero supondrá un ahorro de 9.000 millones de euros para los contribuyentes, familias y empresas en dos años. La rebaja se notará en las nóminas desde enero a través de unas menores retenciones, y los servicios de estudios dicen que esa medida servirá para estimular el consumo y la inversión y tirar del carro de la demanda interna. El previsible aumento del consumo privado también se apoya, según los diferentes análisis, en una creación de empleo más acelerada de lo que se estimaba hace tan solo unos meses. Además, la menor presión de los recortes presupuestarios, en parte por el apretado calendario electoral del 2015, ayudará el crecimiento. También se espera que, por primera vez desde el estallido de la crisis económica, el sector de la construcción logre una evolución expansiva en el 2015.