Cada año, el FMI hace un diagnóstico sobre la economía de cada país. Los últimos informes sobre España --que afectaban a la gestión de Rato-- subrayan los avances en corrección del déficit, la inflación y en el proceso de reformas estructurales. No obstante, es tradicional la demanda de reformas en la fijación de salarios, en los sistemas de sanidad y pensiones, en la política de suelo y en la liberalización del comercio.