El Banco Santander hizo ayer su primera oferta a los sindicatos para llevar a cabo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 3.713 empleados y el cierre de 1.153 oficinas. Los sindicatos la rechazaron de plano. La propuesta incluye la posibilidad de prejubilarse a partir de 53 años y con 15 años de antigüedad con el 65% del salario hasta los 63 años, descontando el paro, más convenio especial, o con el 55% más los complementos voluntarios. Los trabajadores de entre 58 y 62 años y con más de 15 años de antigüedad podrán prejubilarse con el 70% del salario hasta los 63 años.

Los empleados mayores de 62 años con una antigüedad superior a 15 años en la entidad percibirán 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades. También incluyen compensaciones por movilidad, insuficientes para los sindicatos.

Los trabajadores consideran que la propuesta no está en sintonía con procesos de ajustes de empleo similares, ni siquiera con el último, acometido en los servicios centrales del banco tras la integración de Popular, lo que les resulta «preocupante». CCOO criticó que estos paquetes «hacen muy difícil la adscripción voluntaria y contravienen el espíritu de la búsqueda de soluciones no traumáticas». UGT opina que en una gran empresa con altos beneficios los ajustes deberían hacerse con un plan de prejubilaciones a medio plazo y no con ERE.