El lanzamiento de la interconexión eléctrica entre España y Francia por el Pirineo aragonés se hace esperar. Red Eléctrica de España (REE), empresa semipública encargada de construir esta gran infraestructura como operador único de la red de transporte (alta tensión), ha aparcado el inicio de la tramitación del proyecto, que encierra una enorme complejidad técnica y requiere una inversión superior a los 1.000 millones. Pese a ello, la apuesta política de ambos países por esta línea sigue intacta, pero REE prefiere dar prioridad al enlace marítimo por el Golfo de Vizcaya, que servirá de modelo a seguir para el enlace francoaragonés.

En un encuentro en Madrid con medios de comunicación, la directora general de Transporte de Red Eléctrica, Eva Pagán, aclaró ayer que el retraso responde simplemente a un cambio de estrategia. Según explicó, debido a la singularidad de la tramitación y del proceso de participación pública que requiere -según marca el nuevo reglamento comunitario-, la empresa ha decidido, junto con la Comisión Europea y los gobiernos español y francés, sacar adelante primero la interconexión por el mar Cantábrico para luego avanzar en los enlaces previstos por Aragón y Navarra.

«Queremos aprender de esta experiencia para inmediatamente después lanzar» los otros dos proyectos, apuntó. «Mientras tanto seguimos profundizando en los estudios de todos los trazados para que tengan el menor impacto social y medioambiental desde el punto de visto del lado aragonés y francés», recalcó, al tiempo que no quiso aventurar ningún plazo sobre cuándo se presentará el primer trámite de esta línea de muy alta tensión (400 kilovatios), cuya puesta en servicio situó más allá del 2026. Tampoco quiso pronunciarse sobre los itinerarios que se barajan, pero se sabe es que la futura autopista eléctrica -a cuya construcción se oponen colectivos ecologistas y vecinales-- será soterrada en el tramo más montañoso y que, previsiblemente, enlazará Sabiñanigo con la localidad francesa de Marsillon (cerca de Pau).

La compañía rescató en el 2015 la vieja aspiración de construir una línea que atravesara el Pirineo oscense. El anterior intento, a través del polémico trazado Aragón-Cazaril, se frustró en 1996 por la negativa de Francia a abrir el enlace por el valle de Chistau. Esta vez París respalda el proyecto, que ha sido además declarado de interés comunitario por la Comisión Europea, lo que permitirá que Bruselas financie hasta el 30% de la obra.

ALTERNATIVAS AL CARBÓN / Por otra parte, REE ha modulado su visión sobre el futuro de las térmicas de carbón nacional, como la de Andorra. Si hace un año la compañía considera «difícilmente prescindible» este contingente de generación eléctrica, ahora cree que hay alternativas en caso de que la nueva ley de Transición Energética considere necesario el cierre parcial o total de estas centrales.

«La solución, como casi todo en la vida, no es única. Hay alternativas», afirmó el director general de Operación, Miguel Duvion, quien consideró determinante el informe de la comisión de expertos encargada de sentar las bases de esa normativa. Una vez que se conozca, agregó, habrá que «cuantificar los efectos».