Rolabo Outsourcing comenzó a funcionar en 1995 con la compra de la planta que Smith Kline tenía en Malpica. De los 17 empleos de los inicios ha pasado a 80. En su centro industrial, de 11.400 metros construidos, dispone de una capacidad de reacción de 61.000 litros. Avalada por la calidad y a golpe de I+D+i e inversiones, se ha convertido en una empresa puntera en el mundo de la química fina.