Iniciar un recorrido por los 30 años de historia de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) permite analizar cómo ha evolucionado la sociedad en las tres últimas décadas, cuáles han sido los momentos más delicados de la economía española y cuántos han sido los atropellos sufridos por los consumidores.

La asociación, presidida por Manuel Pardos, nació en 1989 en Zaragoza. Y luego fue creciendo en toda España. «Nos dimos cuenta de que el consumo no era un tema autonómico exclusivamente y que tenía que tener proyección. Entonces abrimos en Madrid», señala Pardos.

Su primera campaña fue toda una declaración de intenciones: Piérdale el miedo a la banca, tiene derechos como usuario, era el lema. Adicae se convirtió en uno de los referentes para los consumidores en materia de servicios financieros, pero también en la lucha contra el fraude y los abusos de la banca.

Miles de afectados

La historia de la asociación está jalonada por miles de afectados, que vieron cómo se esfumaban sus ahorros. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Investahorro, que en 1998 atrapó a centenares de inversores (muchos de ellos aragoneses) en un fraude que se elevó a más de 24 millones de euros. Con la sociedad de inversión zaragozana se inició una lucha judicial infatigable, que terminó por resarcir a muchos de sus afectados, algunos de los cuales fallecieron antes de conocer las buenas noticias.

El de Investahorro es solo un ejemplo, pero hay decenas más. Adicae estuvo junto a los clientes afectados en el escándalo de la Agencia de Valores AVA, Intercaser, atendió a más de mil afectados por la crisis de Gescartera y a quienes vieron cómo el valor de Terra se esfumaba tras su fusión con Telefónica y el pinchazo de la burbuja tecnológica.

Pero los casos no solo afectaron al sector financiero o a la banca. La asociación logró que unas 50.000 personas pudieran recuperar en el año 2010 las cuotas indebidamente pagadas a la academia de inglés Opening. Apenas un año antes, justo al inicio de la crisis económica, el escándalo de Forum y Afinsa o la quiebra de Martinsa-Fadesa (la mayor en la historia de España) llenaba las oficinas de Adicae de consumidores cuyos ahorros de toda la vida se veían atrapados.

Luego llegó la mayor demanda colectiva en España, a raíz de la aplicación de las cláusulas suelo en las hipotecas. Adicae denunció a más de 100 entidades y prestó servicios a más de 15.000 consumidores. A ello se sumó la lucha por las preferentes, la deuda subordinada o la última campaña de la asociación contra los gastos hipotecarios. La crisis económica arrasó con miles de ahorradores y asociaciones como Adicae salieron al rescate.

La organización ha atendido a millones de peronas y ha alcanzado la cifra de 200.000 socios. La aventura comenzó en Zaragoza, pero no fue hasta 1999 cuando abrió una primera sede en Madrid. Hoy tiene presencia en casi todas las ciudades y ha abierto su campo de actuaciones a otras áreas como el consumo, la energía o las telecomunicaciones.

«Nuestro objetivo último siempre ha sido imponer la transparencia en los contratos de la banca y de otros sectores», señala Manuel Pardos, que reconoce necesario dar un salto en las estructuras de las asociaciones que defienden a los consumidores. «La sociedad se digitaliza y nosotros también tenemos que hacerlo», considera el presidente de Adicae.