El sector de la distribución está en plena metamorfosis y el nerviosismo se palpa entre los altos directivos del sector. Quizá sea porque grandes líderes del comercio mundial han reconocido abiertamente que su modelo de negocio va a cambiar y ya se sabe que si los gigantes se mueven todo tiembla y el resto sufren. Grandes superficies del extrarradio buscan locales en el centro, otros potencian la entrega a domicilio y algunos piensan en la automatización completa de procesos. En el congreso internacional Retail & Brand Experience que se celebra esta semana en Feria de Barcelona los gigantes mundiales parecieron humildes y los pequeños aseguran tener en su mano la clave del futuro.

«Hay que reinventarse», reconocía nada menos que Pascal Clouzard, director general de Carrefour Francia. «Hay que encontrar el equilibrio entre productos a la venta, superficie y servicio, pero sin innovación no hay crecimiento», afirmaba ante tanto cuestionarse el hipermercado de antaño. Poco antes había sido el consejero delegado mundial de Ikea, Juvencio Maeztu, el que había explicado la necesidad de que las grandes empresas de distribución readapten sus modelos comerciales al nuevo consumidor conectado desde un vínculo de complicidad emocional. Como muestra, Ikea se ha embarcado en una reconstrucción interna del gigante sueco en la que el modelo de gran superficie deja paso a tiendas urbanas adaptadas al cliente de proximidad. Para ello anuncia en los próximos tres años la mayor inversión que haya hecho nunca la multinacional, «con planes específicos para Madrid y Barcelona».

Y es que la constatación de un cambio generacional del consumidor y la tecnología obligan al rediseño de los formatos comerciales. Clouzard reconoce que en el caso de Carrefour el 50% del crecimiento del sector de la alimentación viene de la mano de los pequeños productores: “Los productos bio y el ‘blockchain’, que permite conocer el origen de cada producto, son los que marcan la tendencia”.

El cofundador de Glovo, Sacha Michauld, en plena tormenta mediática por el atropello mortal de uno de sus mensajeros en Barcelona, reconocía que la última milla de entrega será crucial en el futuro del comercio y la restauración. Quizá por ello, Glovo reconduce su actividad fundamental al asesoramiento logístico.

Y en otros foros, Michael Forhez, de Oracle, dibujaba un futuro del retail inyectado de tecnología y robotización, desde aplicaciones de realidad aumentada hasta tiendas completamente automatizadas.