La alianza Renault Nissan encara la recta final para su proyecto de coche eléctrico barato. El nuevo modelo se pondrá a la venta en China en el 2019 a un precio por debajo de los 10.000 euros gracias a las ayudas públicas, explicó a este diario el vicepresidente de ventas de Renault, Thierry Koskas.

Renault Nissan puso en marcha el proyecto para desarrollar y fabricar un turismo eléctrico low cost ante las exigencias del mercado chino, que se ha convertido en el más importante de la nueva electromovilidad. La única manera de poder vender en condiciones competitivas en ese mercado es producir el turismo de forma local y a un precio asequible para los consumidores chinos.

El nuevo modelo, conocido hasta ahora como Kwid, ha sido desarrollado y se fabricará conjuntamente entre la compañía china Dongfeng y Renault y Nissan gracias a la creación de una nueva sociedad con unas participaciones accionariales de un 50% para la firma de China y un 25% para la francesa y la japonesa.

El proyecto parte de los vehículos eléctricos que tiene a la venta el grupo, que incluyen los turismos Renault Zoe y Nissan Leaf como los más vendidos de ambas marcas. Sin embargo, la producción fuera de China de ambos turismos así como sus precios por encima de las expectativas del mercado chino han impedido su comercialización en el mercado asiático.

El nuevo coche eléctrico low cost de Renault y Nissan tendrá una autonomía inferior a la que ofrece la nueva generación del Zoe que se vende en Europa y será 100% made in China, incluyendo las baterías. Aunque inicialmente está diseñado para el mercado chino, Renault no descarta su exportación a otros países y continentes incluida Europa. «Por ahora hemos tomado una decisión sobre la posible exportación del nuevo coche eléctrico de China», asegura el directivo.

El modelo Zoe se ha convertido en el estandarte de Renault para el nuevo mercado eléctrico, con unas ventas que en el 2017 alcanzaron las 40.000 unidades, el doble que en el 2016. Uno de los ámbitos de crecimiento de las ventas son las flotas de empresas y, en particular, los nuevos servicios de coche compartido en las ciudades, como sucede con la firma Zity de Renault y Ferrovial de Madrid.