Renfe ha pactado con la mayoría de sus sindicatos lanzar este año un nuevo plan de bajas voluntarias para 565 trabajadores, alrededor del 4,3% de la plantilla de un total de 13.000 empleados con que cuenta la compañía ferroviaria. El plan sucede al que llevó a cabo el año pasado para 750 efectivos y, de igual forma, llevará asociada una tasa de reposición para incorporar nuevos trabajadores.

El objetivo del plan es transformar y rejuvenecer la plantilla, que tiene una edad media de 54 años, incorporando nuevos profesionales que generen valor para la operadora y le permitan atender a las nuevas necesidades.

En cuanto al plan de desvinculaciones que Renfe abrirá este año, del total de 565 trabajadores que saldrán de la empresa, 195 serán maquinistas, otros 110 comerciales y 100 más, personal de talleres. Asimismo, podrán sumarse al plan hasta 41 empleados de gestión, 29 de la estructura de dirección y 25 más de la estructura de apoyo. Renfe no descarta ampliar el plan de bajas voluntarias hasta un máximo de 700 trabajadores a lo largo del año si así lo permite la marcha de su situación económica.

El plan de bajas del 2017 irá asociado a una tasa de reposición la operadora ya lanzó dos ofertas de empleo para un total de unos 584 trabajadores.