Los años de crisis han hecho mella en la rentabilidad de las empresas aragonesas, que de media sufrieron unas pérdidas del 1,39% en sus cuentas de resultados entre el 2007 y 2012. Este retroceso contrasta con el incremento de sus beneficios del 2,3% que experimentaron en el periodo anterior (2000-2007). Las suma de ambos ciclos arroja un saldo positivo del 0,88%.

Estos datos son inéditos a nivel regional y vienen recogidos en el Informe Económico de Aragón del 2013, presentado ayer por la Fundación Basilio Paraíso (Cámara de Zaragoza) e Ibercaja. La publicación dedica un apartado a la rentabilidad de las empresas, un estudio monográfico que ha sido elaborado a partir de la base de datos SABI --que recoge las cuentas presentadas al Registro Mercantil-- y sobre una muestra representativa de 16.400 compañías, que suman unos activos de 50.000 millones de euros y 185.000 empleos.

El peor año de la crisis fue el 2011, con una caída de los beneficios del 4,47%, que en el caso de las compañías de Zaragoza aún fue mayor (-5,39%). En el 2012, último ejercicio del que hay datos disponibles, las perdidas se situaron en el 2,83%.

Una de las conclusiones que llama la atención es que, incluso en el ciclo depresivo iniciado en el 2007, algunos sectores lograron en su conjunto no entrar en números rojos. En este privilegiado grupo figuran agricultura, química, energía, comercio, informática, sanidad o servicios sociales. La peor parte se la llevaron actividades como metal (sobre todo en Zaragoza), construcción, inmobiliaria o hostelería, donde la depreciación de los activos fue intensa.

DEPENDENCIA DE ZARAGOZA El estudio revela también un comportamiento diferente en las tres provincias, con patrones muy definidos a lo largo del tiempo. Así, las compañías de Huesca lograron ser rentables --en promedio-- en la etapa de crisis (2007-2012), con unas ganancias del 0,40%. Las de Zaragoza y Teruel, en cambio, tuvieron números rojos, con un retroceso medio en sus balances del 1,66% y del 0,87%, respectivamente.

Sobre esta asimetría territorial, Marcos Sanso, director del informe y catedrático de Análisis Económico, afirmó que la mejor posición de Huesca se debe a que su crecimiento es "más sostenible" y "robusto" frente a las crisis gracias a una mayor "diversificación sectorial". A la luz de los resultados del informe, instó a reflexionar sobre el modelo económico en Zaragoza, que marca la trayectoria de todo Aragón por su peso. "Hay que diversificar hacia otros sectores que pueden tener un mejor comportamiento", defendió, para reducir así la "dependencia" de actividades como el automóvil.