A pesar de que se empezó a negociar hace tres años, y de que su aplicación ya está definida hasta el 2020, la nueva Política Agraria Común (PAC) sigue dando quebraderos de cabeza a los agricultores de Aragón. Ante las quejas de los productores de la provincia de Teruel, que se sienten perjudicados "históricamente" por el reparto de estos fondos, el consejero Modesto Lobón reunió ayer a las organizaciones del sector para plantear una redistribución de los 450 millones que percibirá la comunidad dentro de su territorio "buscando homogeneizar con el máximo consenso", si bien una solución que satisfaga a todos se antoja complicada porque "se trata de desvestir a un santo para vestir a otro".

Según fuentes del Departamento de Agricultura, las tres posibilidades que se han planteado a los sindicatos agrarios pasan por fusionar todos los secanos de Aragón y converger en el estrato 4 (la pérdida para la comunidad sería de 20 millones de euros, por lo que es la que menos gusta a Lobón); o por fusionar el secano con pastos o con cultivos permanentes, bien a nivel de provincia o de toda la comunidad. Las mismas fuentes destacaron que "no son cambios sustanciales", ya que en Aragón se ganaría un 10% y en Zaragoza se perdería un 4%. Las organizaciones agrarias estudiarán las propuestas de la DGA para la reunión del próximo viernes, si bien el ministerio ha dado de plazo hasta final de mes para tomar una decisión.