Repsol se prepara para una reestructuración accionarial de gran calado que se consumaría con la salida de Pemex, que controla el 9,492% de Repsol. Los accionistas mexicanos, descontentos con la gestión del presidente de la petrolera española Antoni Brufau, amenazan con irse del núcleo duro de la compañía y así se lo han hecho llegar tanto al presidente de México Enrique Peña Nieto --quien visitará España el mes que viene--, como al Gobierno de Mariano Rajoy.

La presión alcanza tal voltaje que Pemex amenaza con replegarse en España, lo que supondría desprenderse del astillero gallego Hijos de J. Barreras, extremo que ha movilizado al presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijoo, muy próximo a Rajoy.

Ante esta situación de tensión y presiones políticas, el socio que se perfila para sustituir a Pemex sería la constructora española OHL, propiedad de Juan-Miguel Villar Mir, un socio con el que CaixaBank, accionista de referencia de Repsol, se siente cómodo, según fuentes financieras. De hecho, tras dejar de tener como socio a Florentino Pérez al salir ACS de Abertis; CaixaBank ha encontrado en la empresa de Villar Mir --el sexto hombre más rico de España según la revista Forbes-- a un nuevo aliado con el que blindar el accionariado de Repsol en caso de tener que reaccionar ante la salida del socio mexicano.

Ya lo hicieron en Abertis, en la que el banco tiene el 22,4% y la constructora, el 18,9%. Además de OHL, Villar Mir controla un hólding con empresas energéticas, de fertilizantes (Fertiberia) o de férreoaleaciones (FerroAtlántica), entre otras.

En el escenario de que OHL acabara sustituyendo a Pemex, el Gobierno podría forzar un cambio de presidencia de la compañía, como ya ocurrió en el 2006 cuando Brufau accedió a la presidencia de Repsol con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero.

Posibles relevos

Uno de los nombres que se barajan para relevar a Brufau sería Josep Piqué, actual consejero delegado y vicepresidente de OHL. El exministro de Exteriores en la época de José María Aznar mantiene apoyos en las filas del PP, según explican fuentes del mercado y podría contar con el apoyo de CaixaBank. Pero Piqué no es la única opción para la presidencia de Repsol. Entre los candidatos también figura el actual presidente de Endesa, Borja Prado, bien visto por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

La salida de Pemex podría producirse tras la visita de Peña Nieto. Entonces, CaixaBank estará ya controlada por una fundación bancaria e integrada en Criteria que, a su vez, aglutina las participaciones industriales de la entidad (todas menos Repsol y Telefónica, que dependen directamente del banco). Pemex trató de descabalgar a Brufau, primero aliado con la constructora Sacyr, y luego con el pretexto de resolver la expropiación de la filial argentina de Repsol, YPF. Su salida es un secreto a voces. Su paquete accionarial tiene un valor actual de uso 2.400 millones. La entrada del grupo Villar Mir le afianzará como socio de referencia de CaixaBank.