Repsol quiere compensar a sus accionistas tras zanjar el conflicto con Argentina por la expropiación del 51% de su antigua filial YPF. El consejo de administración de la petrolera presidida por Antoni Brufau aprobará un dividendo extraordinario bruto de un euro por acción. Esta remuneración equivale a unos 1.300 millones de euros.

El pago se realizará con parte de los fondos obtenidos tras la venta de los bonos soberanos con los que Buenos Aires compensó a la compañía por la expropiación en el 2012 y la colocación en el mercado del resto del paquete accionarial que aún tenía.

El final del conflicto con Argentina ha dejado a Repsol en una situación de elevada solidez financiera. Entre la venta de bonos y acciones se ha embolsado más de 6.300 millones de dólares (más de 4.600 millones de euros). Con esta suma encara un periodo de compras de activos de exploración y producción en países industrializados de la OCDE.

CaixaBank es el primer accionista de ala petrolera con el 11,8% y percibirá unos 155 millones de dividendo extraordinario. La mexicana Pemex, que tiene el 9,3%, cobrará unos 123 millones. Esta compañía pública podría salir del capital de la petrolera en los próximos meses. Todo depende de lo que se acuerde en la próxima visita a España del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.