La Reserva Federal de EEUU ha elevado los tipos de interés en un cuarto de punto para sitúar las tasas del precio del dinero en en un rango de entre el 1,5% y el 1,75%, tal y como habían previsto los mercados. Lo argumenta con la idea de que las perspectivas económicas se han reforzado en los últimos meses. El banco central se ciñe así a sus planes previstos para este año, pero eleva del próximo ejercicio, en el que prevé otras tres subidas en lugar de dos, según la nota emitida por el regulador del mercado estadounidense.

La Fed, además, ha revisado sus pronósticos de crecimiento para la economía estadounidense al 2,7% este año, frente al 2,5% anticipado en diciembre, y al 2,4% para el 2019, tres décimas más que las previsiones de hace tres meses. Asimismo, mejoró los pronósticos de desempleo y espera ahora una tasa del 3,8% para final del 2018 y del 3,6% para el 2019, comparado con las de diciembre, del 3,9% tanto para este año como para el próximo.

La subida adoptada ayer se produce después de cinco incrementos desde diciembre del 2015, cuando el banco central estadounidense quiso dar carpetazo a la crisis financiera que estalló en el 2008. Desde entonces, el ritmo de subida de tipos ha sido gradual, pero se ha ido acelerando en los últimos meses. La perspectiva es que la velocidad se mantenga con Jerome Powell como nuevo presidente de la Fed, obligado en su mandato a mantener el equilibrio entre una inflación controlada y una política que evite un sobrecalentamiento de la economía.

La Fed quiere subir los tipos hasta en tres ocasiones este año, de manera que acaben el ejercicio consolidado por encima del 2%. Pero los mercados temían que pudieran aprobarse hasta cuatro incrementos, si los precios se aceleran por el pleno empleo y una expansión económica acelerada por la reforma fiscal.