"En tiempo de desolación nunca hacer mudanza, mas estar firme y constante en los propósitos y determinación, en que estaba el día antecedente a la tal desolación, o en la determinación en que estaba en la antecedente consolación. Porque así como en la consolación nos guía y aconseja más el buen espíritu, así en la desolación el malo, con cuyos consejos no podemos tomar camino para acertar".

La primera parte de esta cita es más conocida, pero este es el texto completo que escribió Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas. Pertenece a sus Ejercicios espirituales, una serie de meditaciones, oraciones y pruebas mentales que redactó para que sus lectores fortalezcan su fe católica. Si algún día a alguien se le ocurre escribir unos Ejercicios Inversores, no es probable que haga esa llamada a la templanza.

Cuando los inversores se sienten desolados no optan por la quietud, sino todo lo contrario. Si las cosas pintan mal, toca vender. Es el caso de momentos como el actual, en el que las sombras se ciernen sobre la evolución económica europea. Ayer, la sesión se abrió con un índice de actividad del sector manufacturero chino mejor de lo esperado, pues no suponía contracción. Sin embargo, poco después se publicó el de la zona euro, junto al del sector servicios, y cundió el pesimismo: siguen desacelerándose peligrosamente.

Así, el Ibex 35 cayó el 1,33%, a los 10.801,8 puntos mientras que la prima de riesgo permaneció en los 119 puntos básicos.