La escalada de precios del petróleo empieza a preocupar a los mismos países productores. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) convocó ayer por sorpresa una reunión de urgencia para el próximo 21 de mayo, en Amsterdam, para intentar frenar el alza del crudo. La OPEP estudiará un incremento de la producción, tras los anuncios realizados por Arabia Saudí y Kuwait de elevar la extracción de crudo para equilibrar los precios. Venezuela se opone a esa medida y considera que el mercado "está suficientemente abastecido, con una sobreoferta de un millón y medio de barriles", según su ministro de Energía, Rafael Ramírez.

Tras la caída del pasado lunes, el precio del barril de Brent --la variedad de referencia en Europa-- prosiguió ayer su ritmo alcista y cerró a 37,9 dólares, mientras que en Estados Unidos rozaba los 41 dólares a media sesión, muy cerca de los niveles máximos alcanzados en la guerra del Golfo. Esta subida coincide con el fuerte incremento de la demanda de crudo previsto para este año, por el fuerte crecimiento de la economía norteamericana y del Sureste asiático y por la recuperación de la zona euro. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) elevó ayer un 0,4% --lo que supone unos 330.000 barriles-- la demanda mundial diaria prevista para el conjunto del 2004, que se sitúa en torno a los 80,6 millones de barriles diarios.

La presión del precio del crudo y las previsibles subidas de tipos de interés se dejaron notar ayer en las bolsas.