Reyal Urbis irá finalmente a liquidación con una deuda superior a los 4.500 millones, tras cuatro años en concurso y después de que sus acreedores, entre los que figuran Hacienda y la Sareb, hayan rechazado la propuesta que les planteó para afrontar este pasivo. La compañía controlada y presidida por Rafael Santamaría protagonizará así la segunda liquidación de una gran inmobiliaria tras la de Martinsa-Fadesa.

La propuesta de convenio planteada por Reyal a sus acreedores ha registrado la adhesión de tan solo el 32,70% de los mismos. Otro 37,79% ha votado en contra y el 29% restante se ha abstenido, según fuentes jurídicas. La Agencia Tributaria es uno de los primeros acreedores de Reyal Urbis, dado que la empresa adeuda unos 400 millones de euros a las arcas públicas. Pero, con los bancos, la Sareb acumula el mayor volumen de créditos, con un total de 800 millones de euros.

Reyal Urbis soporta un endeudamiento solo con las entidades financieras superior a los 2.500 millones y una deuda ordinaria cercana a los 1.000 millones de euros. Presenta un patrimonio negativo de 3.436 millones, según datos de cierre del primer trimestre de este año.