La industria 4.0 no es cosa del futuro, ha comenzado a despegar y Aragón no quiere perder cuerda. La empresa Asai, ubicada en la localidad zaragozana de Pinseque, lleva más de 25 años dando soluciones robóticas a empresas de la automoción y ahora busca extender sus soluciones al resto de sectores. Ayer, junto con la compañía Ifm-electronic, presentó en la capital aragonesa las posibilidades de las tecnologías de la industria 4.0 al tejido empresarial de la comunidad. «Estamos en la recta de salida del 4.0, por lo que las empresas que se unan ahora estarán a la cabeza», destacó el gerente de Asai, Joaquín Díaz.

La firma zaragozana, con una plantilla de 30 trabajadores y una facturación de tres millones de euros, va a implementar más de 150 robots en la planta de Opel en Figueruelas para el nuevo Corsa, ha incluido tecnologías para el control de entrada de ropa en la planta logística que Inditex tiene en Zaragoza y ha instalado células robotizadas en diversas fábricas de Pikolin. Díaz aseguró que este tipo de inversiones «no tienen un gran coste» y cuentan con la ventaja de que incorporan «nuevos parámetros de análisis» que permiten «tomar decisiones más eficientes».

El responsable de Ifm-electronic, Alfredo González, consideró que el «desconocimiento» es el mayor lastre para el desarrollo de estas tecnologías en la industria. «Se habla mucho de la teoría del big data en cuanto a software pero no se habla de si las empresas están preparadas para gestionar los datos con ciberseguridad», añadió. El tejido empresarial aragonés, explicó González, tiene esa «consciencia» y «es común» encontrar en las empresas un departamento propio dedicado a la industria 4.0.