Los altos precios de la vivienda en algunos países de la eurozona constituyen un claro riesgo para el crecimiento económico, advirtió ayer en Washington el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, durante el comienzo de la asamblea anual del organismo y del Banco Mundial (BM).

Estos precios, cuya escalada parece imparable en España, "son un motivo de preocupación", dijo Rato, que participaba en su primera asamblea como nuevo director del FMI, cargo que asumió el pasado junio tras su etapa como vicepresidente y ministro de Economía en el Gobierno de José María Aznar.

Durante su discurso ante el Comité Financiero y Monetario Internacional, el director gerente del FMI afirmó que la recuperación está "echando raíces" en la eurozona, pero sólo prevé un ritmo de expansión "moderado" para esta región, cifrado por el FMI en un 2,2% para el presente año y una décima más para 2005. No obstante, el director de la institución matizó que los altos precios de la energía y una posible apreciación en la cotización del euro hacen peligrar incluso estas cifras de expansión.

FUERTES MEDIDAS DE SEGURIDAD Precisamente la escalada del precio del petróleo fue el tema central de las reuniones de los 184 países miembros del BM y el FMI que arrancaron oficialmente ayer en la capital estadounidense, entre fuertes medidas de seguridad por temor a atentados terroristas. Escasas horas antes, el grupo de los siete países más industrializados (G-7) demandaron un aumento de la producción de crudo para paliar la subida de precios, que amenaza el crecimiento mundial.

"Pedimos a los productores de petróleo que proporcionen suministros adecuados para garantizar que los precios se moderen", declararon conjuntamente ayer de madrugada Estados Unidos, Italia, Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña y Japón, integrantes del G-7. Además, exhortaron a los diversos gobiernos a racionalizar su consumo energético ante los 50,12 dólares en que cerró este viernes el precio del barril de crudo en Nueva York.

EL EFECTO DE IRAK "Es un riesgo" para el crecimiento económico, confirmó el secretario estadounidense del Tesoro, John Snow, quien achacó la imparable subida del precio del petróleo a la "incertidumbre" que existe en los mercados ante situaciones como "la de Irak, Nigeria o Venezuela".

Aún así, Snow optó por ser optimista. "No creo que esto vaya a detener la economía mundial, que tengamos una recesión", dijo. No obstante, en sus Proyecciones de Crecimiento Económico el propio Fondo Monetario prevé una sensible desaceleración del crecimiento mundial, debido al encarecimiento del petróleo, desde el 5% en que cerrará este año a solamente el 4,3% en el año 2005.