El empresario catalán Javier de la Rosa se encuentra ingresado desde ayer en el módulo de la prisión madrileña de Alcalá-Meco (Madrid), en el que, precisamente, trabaja como ordenanza el exbanquero Mario Conde, que cumple condena por el caso Banesto.Fuentes penitenciarias han explicado que desde que De la Rosa ingresó ayer voluntariamente en prisión para cumplir la condena por la operación Wardbase, del caso Torras, comparte, no sólo cárcel, sino módulo con Conde, quien está recluido desde el 29 de julio del 2002. De la Rosa está condenado por este caso a una pena de cinco años y medio.Ambos tienen en común haber sido dos de los máximos representantes del enriquecimiento rápido de la España de los ochenta y, veinte años más tarde, se encuentran en prisión por delitos económicos.El primero en ingresar en Alcalá-Meco fue Conde, quien, para obtener créditos que le permitieran en un futuro rebajar su pena, trabaja de ordenanza en el módulo de ingresos de la prisión, según las citadas fuentes.Destinos por buena conductaSe trata de una costumbre habitual en las cárceles que permite a los presos solicitar destinos de trabajo en instalaciones de las prisiones, para acumular así créditos que demuestren su buena conducta o que les reporten algunos ingresos al mes.Al módulo de ingresos acuden los presos que acaban de entrar en prisión, los que están a punto de salir y los que llegan de algún permiso, según han detallado las citadas fuentes.Por ello, este módulo se caracteriza por ser uno de los más tranquilos de la prisión, al tiempo que sus presos permanecen aislados del resto, salvo en el caso de que voluntariamente acudan a instalaciones comunes para hacer deporte o talleres ocupacionales.Las citadas fuentes han asegurado que a Alcalá-Meco acuden normalmente presos preventivos (que aún no han sido juzgados) y un número muy bajo de condenados, que suelen ser personas relacionadas con delitos económicos o societarios.La labor de Conde en el módulo de ingresos consiste en atender las necesidades de los presos que van a dejar la prisión o que acaban de llegar, como es el caso de De la Rosa.La celda y la vida en la cárcel del empresario catalán serán como la del resto de los presos, con lo que tendrá que levantarse en torno a las 8.30 horas para asistir al recuento matinal y cenar sobre las 21.00 horas.Sin embargo, las citadas fuentes han asegurado que, por ejemplo, podrá permitirse privilegios, como pagarse su propio almuerzo si quiere que le traigan comida de fuera de la prisión.