El presidente de CEOE, Juan Rosell, se mostró este miércoles orgulloso de haber logrado el apoyo de la patronal a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y al establecimiento de un sueldo mínimo en los convenios colectivos de 1.000 euros antes del 2020.

En un encuentro con los periodistas antes de cumplir su mandato de ocho años en la presidencia de CEOE el próximo 21 de noviembre (fecha en la que están convocadas elecciones en la patronal, con el actual presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, como único candidato), Rosell explicó que durante su mandato se ha esforzado por representar a la CEOE, por encima de sus opiniones personales. "Representar a la CEOE es hacer el máximo común denominador de todo lo que la CEOE puede aceptar" dijo Rosell en una breve alocución ante los periodistas. Y puso como ejemplo el apoyo logrado en la organización a favor de la subida del salario mínimo, lo cual supuso "un postulado importante" de la patronal.

Rosell se estaba refiriendo al alza gradual del SMI pactado por los agentes sociales con el Gobierno del PP en diciembre del 2017, con el horizonte de 850 euros al mes (por 14 pagas) en el 2020. También se estaba referido al compromiso incorporado al Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) alcanzado el pasado mes de junio con el compomiso de un sueldo mínimo en convenio de 1.000 euros en el 2020. Desde su punto de vista, la subida del SMI es algo positivo para la economía, que estimula la búsqueda de empleo de aquellas personas que viven de un subsidio. En la patronal CEOE no existe constancia de que la subida del SMI perjudique la creación de empleo, en contra de las opiniones expresadas por el Banco de España y por la autoridad fiscal independiente Airef.

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Sobre la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de elevar a 900 euros el SMI en el 2019, Rosell cuestionó, no la cuantía, sino el hecho de que la subida del 22% se aborde en un solo año. Los convenios colectivos más afectados por esta medida (como los de los sectores de limpieza y dependecia) tienen un carácter plurianual hasta el 2020, lo cual -desde el punto de vista patronal- hubiera aconsejado retrasar un año la decisión de una subida tan importante. Además, desde la patronal se subraya la conveniencia de que los contratos públicos con estos sectores se revisen al alza en el 2019 para que las empresas puedan actualizar sus salarios más bajos sin tener que encajar quebrantos.