Solo por 33 votos Juan Rosell superó a Antonio Garamendi en las elecciones a la presidencia de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) que tuvieron lugar ayer, un estrecho margen que hará difícil la convivencia interna en una patronal que ha quedado dividida en dos. Rosell se encontró con que la fuerza de su opositor era mayor de la que estimaba y Garamendi no logró todos los apoyo que preveía para dar el vuelco. De los 773 vocales con derecho a voto en la asamblea, participaron 660, de los que 345 (52,2%) fueron a parar al empresario catalán y 312 (47,2%) al vasco. Se registraron también tres en blanco y uno nulo.

Con un resultado tan ajustado la asamblea electoral de la patronal, que se celebra cada cuatro años para elegir presidente, fue el escenario en el que estallaron las tensiones internas y acusaciones mutuas acumuladas en los últimos meses.

DOCUMENTO DE LA DISCORDIA

El propio Rosell puso el dedo en la llaga cuando en su agrio discurso de reelección afirmó que hay que dejarse de "batallitas" y "personalismo" y descalificó por falta de ética a sus opositores. El trasfondo era un documento que ha circulado por la organización en el que se critica la gestión de Rosell, tanto por un pretendido intento de catalanizar la patronal, como por la pérdida de protagonismo de la CEOE ante el Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC), que preside César Alierta.

Tras manifestar que la ética va a seguir siendo el norte de su gestión en este segundo mandato, Rosell enfatizó que también debe hacer "conductas transparentes, sin sombras", y añadió, entrando en materia: "No es ético difundir mentiras y calumnias en informes que se acogen al anonimato cobarde que trata de distorsionar no ya los hechos, sino las instituciones".

El entorno de Rosell señaló hace tiempo al entorno de su rival, Antonio Garamendi, como el urdidor del documento, lo que este último negó. Cuando ayer el presidente reelegido se despachó en público, el rival le quitó importancia y se desvinculó de su autoria, algo que a Rosell le hubiera gustado escuchar en público. "Este tipo de infamias no ayuda al bienestar de la organización", añadió el reelegido.

Uno de sus seguidores, el exdiputado del PP Manuel Milián Mestre, tachó de "escandalosamente sucia", por el mero hecho de ser catalán, la campaña contra Rosell que, en su opinión, no ha querido responder porque "ha pecado de buena persona". Milián Mestre auguró una difícil convivencia en la nueva cúpula de la patronal.

EL VOTO MADRILEÑO

En el equipo de Garamendi se señala a la patronal madrileña CEIM, que preside Arturo Fernández, como la que ha vuelto a inclinar la balanza en favor de Rosell y parte de sus votos no han ido al candidato alternativo, como esperaba. Satisfecho con el resultado, Fernández aseguró a este diario que hoy cederá la presidencia de CEIM a su sucesor Juan Pablo Lázaro. El escándalo de las tarjetas opacas de Bankia en el que está implicado le obligó a dimitir como vicepresiente de la CEOE en aplicación del código ético de la patronal.

"A la organización le viene bien que haya debate. Ha ganado Rosell pero me siento muy respaldado. Me pongo a su disposición y creo que podemos trabajar juntos", declaró Garamendi tras la asamblea.

Como presidente de Cepyme, elegido hace un par de semanas por más del 90% de los votos, Garamendi tiene asegurado una vicepresidencia de las cuatro que como máximo tendrá la patronal.