"La globalización es un hecho inevitable", pero "el mérito del buen vino lo da la zona y el territorio". Estas son dos de las conclusiones que ayer expusieron expertos nacionales del sector vitivinícola en el marco de las IV Jornadas del Vino en Aragón, celebradas en el Hotel Palafox de Zaragoza, y que en esta ocasión incidieron en la globalización, la especialización y el consumo.

Unas claves que se abordaron desde diversos puntos de vista, con un denominador común: la calidad como único aval para penetrar en el mercado mundial del vino. Todo ello sin perder de vista el consumidor, que según expuso el presidente de la Unión Española de Catadores, Fernando Gurucharri, busca en los caldos "equilibrio, armonía y elegancia frente al clasicismo y la potencia" de décadas anteriores.

Sin embargo, el camino para abrirse paso ante la globalización presentó ciertas divergencias, ya que algunos destacaron que "el volumen en las ventas es importante, ya que bien tratado conduce al aumento del consumo del vino de calidad". Así, "el drama en la comercialización es la gran producción de países emergentes frente a la atomización de Europa"

En cambio, para otros "ahora todos los vinos son buenos, pero debemos hacerlos diferentes", aunque ello requiera una producción menor. En este sentido, la presidenta del CRDO Tacoronte-Acentejo (Canarias) puso de manifiesto que el vino "es un ente multifactorial en el que interviene el suelo, el clima y las variedades".

En estos momentos, expuso Gurucharri "cada vez se bebe menos vino, pero de más calidad y se gasta más dinero", algo que achacó al bajo consumo de los jóvenes y en los hogares, aunque pronosticó un futuro esperanzador, siempre que haya calidad. Lourdes Fernández concluyó: "el buen vino es el que invita a seguir bebiendo". El debate está servido.