El crecimiento de la economía tras la crisis, que los expertos prevén en más de 3% para este año, solo se nota en las cuentas de las empresas. Los salarios apenas crecen y las mujeres y los jóvenes se llevan la peor parte, según los datos conocidos ayer de dos estudios oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Consejo de la Juventud.

La encuesta de estructura salarial que anualmente realiza el INE, referida al 2015, indica que las mujeres cobran de media en España 6.000 euros menos que los hombres: 20.051,58 euros al año frente a 25.992,76 euros. En Aragón, esta diferencia fue muy similar: 18.950 euros frente a 25.555. Por tanto, la ganancia media anual femenina supuso el 77,1% de la masculina. La brecha salarial desde el 2008 apenas se habría reducido medio punto.

En el 2015, el salario medio (suma de sueldos dividido entre el número de trabajadores) fue de 23.106,30 euros, el 1,1% más que el año anterior (en Aragón fue de 22.327,18 euros, el 1% más). El salario mediano (el que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior) fue de 19.466,49 euros, pero el sueldo más frecuente se situó en torno a 16.500 euros.

La discriminación salarial por sexos está presente en todas las escalas. Así, el 18,2% de las mujeres tuvo ingresos salariales menores o iguales que el salario mínimo interprofesional (SMI), frente al 7,4% de los hombres.

En el grupo de los salarios más altos, el 9,8% de los hombres tuvo unas retribuciones que fueron cinco veces o más superiores al SMI, frente al 5% de las mujeres. Y en el grupo de salarios más bajos, el 65% de los que cobran por hora de trabajo menos de dos tercios de la ganancia mediana son mujeres.

La situación de los jóvenes es aún más desoladora en la medida en que los salarios no les permiten a la gran mayoría iniciar una vida independiente del núcleo familiar. El Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE) denunció ayer que uno de cada cuatro jóvenes que trabaja lo hace para ser pobre. Según su estudio, el 38,2% de las personas de entre 16 y 29 años se encuentra en riesgo de pobreza y sólo el 19,5% ha podido emanciparse.

La precariedad del empleo está detrás de la pobreza de los nuevos asalariados. El 92,2% de las nuevas contrataciones realizadas a jóvenes de 16 a 29 años fueron de carácter temporal, mientras que los contratos indefinidos sólo fueron el 7,8%, según las conclusiones extraídas por el Consejo de la Juventud con datos del registro del servicio estatal de empleo (SEPE).

NI MILEURISTA / El salario medio para estos jóvenes que en su gran mayoría tienen una cualificación superior al trabajo que desempeñan, ronda los 800 euros, por debajo de los mileuristas de antes de la crisis. Con estos ingresos se hace difícil la emancipación del núcleo familiar. Para ellos es inaccesible la compra de una vivienda y empieza a ser ya difícil el alquiler si no es con otras personas.

La tasa de paro de los trabajadores menores de 30 años alcanza el 31,6%, según el Consejo de la Juventud, aunque en términos EPA, alcanza el 43%. A medio plazo el panorama no mejora a tenor del tipo de contrato que las empresas hacen a estos jóvenes. El 57,1% de la juventud está empleada de forma temporal y el 55,2% desempeña trabajos por cuenta ajena de menor cualificación a la que realmente posee.

En términos generales, la encuesta de estructura salarial muestra que las empresas están penalizando a los trabajadores de más antigüedad y tienen contratos indefinidos, cuyos sueldos se incrementaron en el 2015 muy por debajo de los que tienen contrato temporal, lo que abunda en la precarización y calidad del empleo que se crea.

Además, el colectivo de los trabajadores ocupados que reciben salarios inferiores al SMI ha subido cuatro puntos desde el año 2008 y representa el 12,6% de los activos. La desconexión entre la actividad empresarial y salarios es más patente en el sector de hostelería. En el 2015 pagó los sueldos más bajos, (13.977 euros). En el extremo opuesto está el sector del suministro de energía.