El debate sobre si los salarios deben subir o bajar es "un simplismo", según el secretario general de la OCDE Ángel Gurría, porque hay que realizarlo en el contexto general de la recuperación de la economía y en combinación con otras variables, la más importe, el aumento de la productividad, que además es imprescindible para mejorar la competitividad y superar la crisis. En su informe sobre España, la OCDE reconoce no obstante que la productividad ha aumentado por la "fuerte destrucción de empleo". Dentro del aprobado general que el organismo da al plan de reformas de España, la institución considera que el ajuste salarial ha tocado a su fin, pero que fue necesario en la primera fase de la crisis.

Gurría intentó contestar así a Juan Rosell, presidente de la CEOE, quien la semana pasada puso en duda que las retribuciones hubieran bajado en España porque la inflación también está por los suelos.

Para mejorar la competitividad, el mercado de trabajo necesita ahora "turbopotenciar", en expresión de Gurría, las políticas activas de empleo. El primer paso lo dio el viernes el Consejo de Ministros con la aprobación de un plan estratégico que los agentes sociales ven insuficiente.

El responsable de la OCDE considera que el presupuesto que España destina a políticas de empleo es escaso. Supone el 0,9% del PIB, mientras que la media de los 34 países que componen este organismo es de 1,5 veces más. "Hay que adaptar el sistema educativo al mercado laboral", afirmó Gurría.