La multinacional surcoreana Samsung de material electrónico cerrará la fábrica de Palau i Plegamans (Vallés Occidental) el próximo marzo a pesar de registrar beneficios y después de haber recibido 3,4 millones de euros (578 millones de pesetas) en ayudas públicas directas de la Generalitat desde 1993. La dirección de la compañía rechazó el miércoles la oferta de la Generalitat de otorgar nuevas subvenciones para evitar el cierre, que dejará sin empleo a 446 trabajadores.

Esta nueva fuga industrial recrudece el goteo de empresas en crisis sólo una semana después de que Philips anunciara el cierre de una planta en La Garriga (Vallés Oriental). Samsung mantendrá en España la estructura administrativa y comercial, con sede en L´Hospitalet y en la que trabajan 180 personas.

La subvención recibida, en un periodo de nueve años, por la filial española de Samsung a través de la Consejería de Industria, equivale al 20% de la inversión realizada para fabricar nuevos productos en la planta del Vallés. A estas ayudas hay que añadir créditos del Instituto Catalán de Finanzas y una rebaja de alrededor de un 60% en la compra de terrenos a través del Instituto Catalán del Suelo , según informó la Generalitat. Este descuento permitió a la empresa un ahorro de 1,3 millones de euros en la compra, en 1989, de los casi 30.000 metros cuadrados que ocupa. Los terrenos que compró por unos 800.000 euros están valorados ahora en unos nueve millones de euros.

Samsung cerrará la única fábrica que tiene en España sin obligación de retornar ni un céntimo. Estas ayudas fueron concedidas por el anterior Gobierno de la Generalitat sin que hubiera ninguna cláusula de devolución en caso de reducción o cese de la producción, según explicó ayer el conseller de Trabajo e Industria , Josep Maria Rañé.

La empresa ratificó a Rañé sus planes con el argumento de que es una decisión ya tomada que responde a un descenso del beneficio del 2003 respecto al obtenido en el 2002, que fue de 2,38 millones de euros (396 millones de pesetas).

La filial española del gigante surcoreano aseguró ayer que "para mantener su competitividad, sobre todo en los productos más consolidados y de gama más baja, las compañías como Samsung se ven obligadas a concentrar su actividad". A partir de marzo, los equipos celulares que se producían en Cataluña se fabricarán en China.