El gigante tecnológico Samsung Electronics anunció hoy su decisión de suspender temporalmente los negocios con un proveedor en China tras encontrar evidencias de un posible uso de mano de obra infantil.

La multinacional surcoreana expuso hoy en un comunicado que "ha decidido suspender temporalmente los negocios con la fábrica" de Shinyang Electronics en Dongguan (al sureste de China) "ya que ha hallado evidencias de presunto uso de mano de obra infantil en el lugar de trabajo".

Samsung aseguró que la decisión se basa en su "política de tolerancia cero respecto del trabajo infantil".

La ONG estadounidense China Labor Watch (CLW) denunció el pasado jueves que Shinyang Electronics "contrata mano de obra infantil y estudiantes menores de edad" que "trabajan 11 horas diarias sin remuneración por las horas extraordinarias ni seguro social" durante los meses de mayor producción.

Samsung respondió entonces que ya llevó a cabo en la fábrica en cuestión una exhaustiva auditoría en marzo de 2013 a la que siguió una inspección de terceros en agosto de 2013 y otra en junio de 2014 en las que no se encontraron casos de trabajo infantil.

Sin embargo, tras la denuncia de CLW el pasado día 10, el gigante surcoreano de la electrónica ha realizado "una nueva investigación independiente" en la que "se han encontrado evidencias de un proceso de contratación ilegal que tuvo lugar el 29 de junio", según el comunicado emitido hoy.

"Si las investigaciones concluyen que de hecho el proveedor contrató a niños de manera ilegal, Samsung pondrá fin definitivamente a sus negocios con el proveedor", aseguró la multinacional en el comunicado.

China Labor Watch, con sede en Nueva York, enumeró en su denuncia del pasado jueves hasta 15 violaciones de los derechos de los trabajadores en la fábrica china.

Además, acusó a Samsung de "no aplicar su código ético" y de llevar a cabo un sistema de vigilancia ineficaz, por lo que los proveedores chinos "no toman en serio" las normas para prevenir la explotación laboral.

La primera denuncia de este problema en relación con los proveedores de Samsung Electronics tuvo lugar en agosto de 2012, cuando CLW reveló que siete adolescentes de menos de 16 años trabajaban en la fábrica de uno de ellos.

A finales de ese año y tras una inspección, Samsung negó la existencia de mano de obra infantil en las fábricas de sus proveedores aunque detectó prácticas laborales inadecuadas y anunció un endurecimiento de los controles para prevenir la explotación laboral.