Los ajustes de personal seguirán en el Popular. Sin planes concretos todavía, el Santander tiene el objetivo ya manifestado de ahorrar 290 millones de euros en costes de personal y oficinas tras la fusión. El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, reconoció ayer que el banco todavía no tiene un «plan detallado» de recorte de oficinas y empleados para la entidad resultante tras la compra del Popular pero reconoció que lo presentarán «más adelante». En cualquier caso, el grupo ha admitido que destinará 1.300 millones a reestructurar el banco para ahorrar 500 millones de euros en costes (el 33% de los del Popular y el 10% de los de la entidad fusionada) a partir del 2020, de los que unos 160 millones vendrán de los servicios centrales y otros 130 millones de la red comercial. El banco combinado tiene 36.349 empleados y 4.987 oficinas en España.

Los sindicatos del Popular temen la repercusión en el empleo que pueda tener la venta del banco. UGT y CCOO recuerdan que ambas entidades han «destruido más de 5.000 puestos de trabajo recientemente», por lo que es una «aberración» que la plantilla pague el coste de la fusión.