La sociedad gestora de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb) cerró el 2013, su primer ejercicio operativo completo, con pérdidas de 261 millones de euros, tras realizar saneamientos en su cartera de préstamos por valor de 259 millones de euros.

El plan de negocio de la sociedad, que fue reelaborado por la auditora KPMG en marzo de 2013, auguraba unas pérdidas netas de 47 millones de euros, mientras que esperaba un beneficio récord en 2016, hasta 762 millones de euros.

Según ha informado el también conocido como 'banco malo', el resultado bruto de explotación registrado el pasado ejercicio fue de 1.195 millones de euros, mientras que la gestión y desinversión de activos inmobiliarios y financieros adquiridos a los bancos en reestructuración generó unos cobros totales de 3.800 millones.

En este sentido, Sareb canceló con cargo a estos ingresos 2.000 millones de euros en deuda y abonó más de 1.200 millones de euros en intereses a las entidades rescatadas, contribuyendo así a su saneamiento.