La Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (Sarga) ha reducido el pasado año sus gastos generales en un 8,21 % respecto a la cifra de 2015, lo que supone un ahorro total de 255.353 euros, según ha informado el Gobierno de Aragón.

El resultado, según las citadas fuentes, es consecuencia de la implantación de un paquete de medidas basadas en un mayor control de los gastos generales, en la ejecución de contrataciones globales que han supuesto mejoras en los precios ofertados por los proveedores y en la adecuación de los recursos a las necesidades actuales.

Las partidas que han contribuido en mayor medida a este ahorro han sido las relativas al alquiler de los vehículos, gasolina y aparcamiento, que alcanzan en conjunto 131.000 euros anuales.

A principios de 2016, la empresa analizó los gastos generales con el fin de optimizar los recursos y fruto de ese estudio se tomaron medidas como la eliminación de siete vehículos de uso general o la contratación de vehículos de forma acompasada con los tiempos de uso efectivo a través de un renting flexible.

Además, las citadas fuentes apuntan que la revisión de los procedimientos de control y gestión internos que afectan a los gastos generales también ha posibilitado parte de este ahorro, de forma que se ha incrementado el control de los partes de trabajo y se ha aplicado un nuevo procedimiento de gestión de los gastos más restrictivo que el anterior y que acota importes máximos en función de la naturaleza del gasto.

De esta forma, las partidas correspondientes a "desplazamientos y manutención de trabajadores" han descendido respecto a 2015 en 55.000 euros.

Se ha buscado también la centralización de la gestión de determinadas compras en una única área, lo que ha permitido un mejor ajuste a las necesidades del resto de la empresa y que se hayan optimizado las compras de bienes fungibles como el material de oficina o el papel, partidas que han bajado en 12.000 euros.

Y se han ahorrado 9.000 euros en alquiler con el traslado de las oficinas centrales de Sarga en Huesca hasta las instalaciones de Fornillos de Apiés, a 8 kilómetros de la capital oscense, y donde la empresa ya contaba con un centro de transferencia.

El último de los ejes de actuación está relacionado con la contratación global de servicios y su consiguiente bajada de precio, que ha afectado a partidas como los costes de impresión, donde se registran 2.000 euros de ahorro, y los servicios de limpieza, que han bajado en 16.000 euros.