La agroalimentación lleva camino de desbancar al sector del automóvil como primera fuente de empleo industrial directo de Aragón. La constante progresión de la actividad vinculada a la producción y transformación de alimentos y bebidas, incluso durante los años de crisis económica, han llevado a este subsector a capitalizar el 15,3% de la mano de obra industrial frente al 16,7% de la automoción, según un estudio que ha elaborado el departamento de Economía del Gobierno de Aragón.

El informe, que analiza la evolución de este sector entre los años 2008 y 2016, destaca el avance de la agroalimentación en la afiliación a la Seguridad Social, que superó los 14.000 ocupados a finales del 2016, aunque la cifra ya rebasa los 15.000 puestos de trabajo (el 6% más que en el 2016), según los datos publicados esta misma semana por la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Aragón (AIAA).

En el 2016, el 15,3% del empleo estaba ligado a la agroindustria frente al 12,9% del 2008, por lo que es previsible que en los próximos años esta actividad rebase al automóvil como generadora de empleo industrial en la comunidad. Por lo pronto, los últimos proyectos presentados por empresas vinculadas con el sector cárnico, principalmente, hablan de la creación de unos 7.000 nuevos puestos de trabajo en el plazo de tres años en municipios como Binéfar, Épila, Calamocha o Zuera, entre otros.

Aunque ha sido uno de los sectores que mejor ha sobrevivido a la crisis, la agroalimentación sufrió su particular bache entre el 2010 y el 2013. Pero a partir del 2014 el sector comenzó a remontar el vuelo, lo que permitió un incremento medio del número de ocupados en Aragón del 5,6% desde el 2008. Este dato contrasta con el retroceso del empleo del 2,4% registrado en el conjunto de España durante ese mismo periodo.

La explosión de la industria cárnica y del sector porcino, en particular, el crecimiento de las exportaciones a países como China, la mayor presencia del vino aragonés en los mercados internacionales, la elevada producción de cereal y su transformación, el peso del sector frutícola y el desarrollo de iniciativas relacionadas con la alimentación y las bebidas, hacen presagiar un futuro prometedor a la agroindustria en términos de PIB y empleo. Además, «esta industria tiene una alta capacidad para impulsar la creación de puestos de trabajo en economías rurales», apunta el informe de la DGA.

INTERNACIONALIZACIÓN

La internacionalización de los productos aragoneses ha sido clave en el proceso de expansión del sector. Las ventas de la industria agroalimentaria desde la comunidad al resto de España han crecido el 12,4% desde la crisis, pero las destinadas a la Unión Europea (UE) lo han hecho un 62,2% y a otras partes del mundo, el 110,4%. En el 2017, las exportaciones de la industria agroalimentaria aragonesa crecieron un 21% hasta los 1.200 millones.

El sector exterior aragonés está liderado indiscutiblemente por la fabricación de vehículos a motor, con más del 31% de las exportaciones, pero gran parte del incremento de ventas en el exterior de Aragón en los últimos años se debe a la industria agroalimentaria. El número de empresas exportadoras de la comunidad en este sector creció el 56,3% entre el 2008 y el 2016 (de 400 a 625), según el informe.

Otro dato que refuerza la tesis del fuerte dinamismo de la agroindustria es que entre el 2008 y el 2016, el total de las exportaciones aragonesas repuntaron un 28,1%, mientras que las de la rama alimentaria lo hicieron un 76,2%. Así, la importancia relativa de las exportaciones de esta actividad sobre el total ha pasado del 6,8% antes de la crisis al 9,3% en el 2016.