El sector crítico de CCOO, encabezado por Agustín Moreno, ha rechazado una oferta realizada por el secretario general, José María Fidalgo, para formar parte de la futura dirección del sindicato en el caso, muy problable, de que el congreso confederal que se celebra la próxima semana le confirme como líder. Moreno indicó que la oferta de Fidalgo fue un intento de desactivar la oposición que van a realizar las dos corrientes que se enfrentarán al sector mayoritario de CCOO en este congreso.

La negativa de los críticos, que representan al 23% del sindicato, se debe a que la propuesta deja fuera al sector encabezado por Rodolfo Benito, exsecretario de organización y exnúmero dos de Fidalgo hasta hace un año y medio. "Parecía más bien un ofrecimiento entre infantil y malévolo para dejarnos sin discurso y que no propiciaba una verdadera integración", aseguró Moreno.

TRANSFUGUISMO Sin embargo, el líder de los críticos reconoció que la oferta puede provocar que algunos "tránsfugas" la acepten para ocupar cargos directivos. Ello ha obligado a Moreno a depurar la lista de la candidatura que presentarán a votación para la comisión ejecutiva.

Moreno acusó a Fidalgo de mantener una política de "buena vecindad" con el PP, de hacer "apología del incremento de la afiliación" para ocultar que no ha habido grandes avances para los trabajadores y de agravar la división interna con la represión de los opositores. La presentación de una candidatura alternativa a la de Fidalgo permitirá, según los críticos, defender un "giro a la izquierda" y más equilibrio entre la movilización y la negociación.

Moreno mostró su confianza en el talante conciliador del que se perfila como nuevo hombre fuerte de Fidalgo, el actual secretario general del Metal, Ignacio Fernández Toxo.

Rodolfo Benito, criticó que el sindicato padece actualmente una "involución, una pérdida de la iniciativa en la negociación por el papel excesivamente subalterno que se ha ejercido frente al Gobierno". Su tesis es que es necesario reformular la estrategia y recomponer el diálogo social, quebrado hace cuatro años.

Desde que salió de la dirección de CCOO, Benito ha mantenido un duro pulso con la secretaría general. Aunque matiza que no cree en un sindicato dividido y asegura que no representa una corriente alternativa --como los críticos-- sino una suma de voluntades, tampoco descarta mantener unido al grupo después del próximo congreso.

CANDIDATURAS Benito está seguro de que obtendrá una representación en la comisión ejecutiva confederal y confía en que se componga "una dirección representativa que haga viables distintas candidaturas". A la vez, reconoce que no sabe si su candidatura a la secretaría general llegará hasta el final y no descarta retirarse en el último momento. "Hay tres candidatos y no sabemos si son viables tres candidaturas o no. Lo importante no son los apoyos --cuenta con un 17% de los delegados-- sino comprobar si entramos en el congreso divididos y salimos con el mayor respeto a las discrepancias y a la unidad", afirmó Benito.