La economía española creció el 0,6% entre abril y junio, de forma que redujo una décima el ritmo de crecimiento de los tres trimestres precedentes, por el menor dinamismo del sector exterior y la inversión en construcción y pese al repunte de la inversión empresarial. El ritmo de crecimiento aún es elevado, pero menos de lo que ha venido creciendo en los últimos trimestres y, en todo caso, está una décima por debajo de lo previsto por el Banco de España.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio ayer el avance del PIB en el que quedó reflejado que en el segundo trimestre del año la variación de PIB fue del 2,7%. Por primera vez en los últimos tres años, crece por debajo del 3% en término interanuales. El dato supone tres décimas por debajo de la contabilizada en el trimestre precedente. En gran parte, la desaceleración se debe al escaso crecimiento de la demanda exterior (0,2 puntos), frente al avance de la demanda interna, que aportó 2,9 puntos.

MODERACIÓN DEL CONSUMO

Aunque el consumo interno tuvo una aportación clara al crecimiento, lo cierto es que se moderó cinco décimas (hasta el 0,2%) un comportamiento a la baja que también experimentaron las instituciones sin ánimo de lucro (1,3 puntos, hasta el 0,6%), mientras que las administraciones lo aceleraron (dos décimas más hasta el 0,7%). Por su parte, la inversión mejoró 1,8 puntos (hasta el 2,6%) empujada por la inversión empresarial, que pasó de caer el 1,6% a dispararse al 5,5%, mientras que la construcción se moderó 1,3 puntos hasta el 1,1%.

Las exportaciones disminuyeron el 1%, frente al alza del 1,3% del trimestre precedente, y las importaciones cayeron el 0,3%, frente al aumento también del 1,3%. El INE observa una menor aportación de la demanda externa. Así, las exportaciones de bienes y servicios moderaron dos puntos su ritmo, hasta crecer el 1,2%, por el empeoramiento de las ventas al exterior de bienes y de servicios, así como del gasto de los no residentes. También moderan su crecimiento las importaciones, siete décimas hasta el 2,1%, por las menores compras al exterior de bienes, y disminuyó el gasto de residentes en el resto del mundo.

Por el lado de la oferta, tanto el sector primario como la construcción y la industria registraron una evolución mejor que en el trimestre precedente, mientras que se redujo el de los servicios, según el INE.